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Pon al día tu francés con clases particulares

Muchos de vosotros aprendiste francés en el colegio, en el instituto o en alguna academia o escuela de idiomas. Habéis iniciado o incluso alcanzado cierto nivel en el aprendizaje. Sin embargo, muchos sois los que, por otras ocupaciones o prioridades, abandonáis el estudio y la práctica de dicho idioma, el cual fue "oxidándose" y desapareciendo paulatinamente de vuestra memoria. Aprender un idioma y no utilizarlo en el día a día o al menos de vez en cuando es una pena sabiendo que cuesta tanto esfuerzo, tiempo y dinero invertido para que quede en el olvido.

No obstante, aunque pueda resultar un poco frustrante el momento en el que se comprueba que se han olvidado palabras muy básicas o que no se recuerda nada en absoluto, puede que el idioma esté más profundamente grabado en la mente de lo que se piensa. Sólo hay que esforzarse un poco y poner empeño en "desoxidarlo". Aquí encontrarás algunos trucos o consejos que pueden serte útiles:

Para mantener el oído acostumbrado, es recomendable escuchar música, leer libros, ver películas de forma habitual en versión original… según el nivel de cada uno. Estos recursos están al alcance de todos pero la motivación desempeña un papel fundamental.
Otro recurso para actualizar el francés es dar clases particulares de manera puntual que permita recordar la fonética, el vocabulario, las expresiones, mantener una conversación… al mismo tiempo que se aprende y se refresca la gramática.

En la mayoría de los casos, el problema al cual nos enfrentamos con los idiomas es no llegar a hablarlos. Se puede estudiar un idioma durante muchos años pero ser incapaz de hablarlo ; podemos conocer mucha teoría, vocabulario, expresiones, la sintaxis para estructurar una conversación pero si no podemos usar estás herramientas, ¡de nada nos servirá!

Dar clases particulares de francés que sea, para aprender el idioma con una buena base, que hagan refrescar, mantener, y por supuesto aumentar esos conocimientos, nos dará confianza, seguridad y nos abrirá muchas puertas. Para llegar a estos objetivos, hay que trabajar de forma continua y que las clases sean dinámicas, que nos motiven a seguir yendo a clase con ganas de aprender cosas nuevas. Por ello, les ofrezco un ambiente divertido para que las clases sean más amenas, frescas, diferentes y que se asista con ganas.